La mayoría de los niños al estar dentro del vientre de su mamá viven una experiencia que en ninguno se va a repetir. Unos vivieron muy felices nadando como en una piscina, pero otros sintieron que no se podían mover, otros estuvieron viviendo ansiedad porque su mamá estaba ansiosa. Algunos vivieron violencia intrafamiliar y escuchaban gritos, otros se sintieron muy mimados y acogidos, etc., y así podría contar miles de ejemplos de las diferentes vivencias que se tienen cuando el niño está en el vientre de su madre. Desafortunadamente según fue la vivencia, puede tener consecuencias en la vida del niño, del adolescente o del adulto. Por esta razón, es muy importante adelantarnos a las consecuencias y asegurarnos que no hay absolutamente ningún bloqueo ni ninguna vivencia dolorosa o negativa que el niño pudiera trasladar a su vida posteriormente.